3 errores comunes de las redes sociales ¿Cómo evitarlos?
- Ayub Elias
- 14 jul.
- 3 Min. de lectura
Hay algo que me encanta del marketing digital: nos obliga a repensar constantemente cómo conectamos con nuestra audiencia. En este mundo no existe una única forma correcta de hacer las cosas. Sin embargo, después de analizar varios perfiles, noté un patrón repetido: desorganización, falta de objetivos claros, inconsistencia y un diseño poco atractivo que no responde a lo que la audiencia espera.
Hoy en día, no hace falta ser un experto para saber que las redes sociales son el canal de comunicación más ágil y utilizado por todos. Desde quienes las usan ocasionalmente hasta quienes trabajan diariamente con ellas.

¿Qué son realmente las redes sociales?
Imaginemos una red de pescar. Cada nudo representa una conexión. Así funcionan las redes sociales: conectan personas por cercanía, intereses o cultura. Plataformas como Instagram, Facebook, WhatsApp, Telegram o TikTok son herramientas que nos permiten crear esas conexiones.
Habiendo definido lo que son y representan las redes sociales, regresemos al tema de los errores. Siendo honestos, todos en algún punto cometimos o cometeremos errores que en atroces son similares.
En un principio mencionaba que no hay una única forma de hacerlo correcto, esto se debe a que depende completamente del giro del negocio lo que puede comunicar y la audiencia objetivo.
Aprovechar eficazmente las redes sociales puede ayudar a las empresas a construir un sólido reconocimiento de marca, conectar con sus clientes y generar resultados significativos. - Vikram Joshi
Tal como menciona Vikram Joshi en su artículo The Power of Social Media in Modern Marketing, publicado en Forbes.com (Publicación original en inglés.), las redes sociales son una herramienta poderosa para conectar con las audiencias mediante intereses genuinos. Aunque no aborda directamente los errores comunes, sí ejemplifica qué acciones funcionan: colaboraciones con figuras públicas, estrategias centradas en el usuario y claridad en los objetivos.
La calidad sí importa.
¿Has escuchado la frase “una imagen vale más que mil palabras”? Aunque suene muy gastada, tiene algo de verdad. En redes sociales, la audiencia no solo ve: interpreta, compara y decide en segundos, considera siempre que todo lo tiene a la mano.
Calidad no es sinónimo de una foto bonita o bien editada ¿Cumple una función clara? Para mí, eso significa que el contenido responde a una pregunta sencilla: ¿le sirve de algo a quien lo ve?
Al final, no se trata de lo que tú ves como marca, sino de lo que tu audiencia necesita y percibe de ti. Y si ese contenido no conecta, no resuelve o no aporta... no importa qué tan estético sea, simplemente no va a funcionar.
Una estrategia basada en datos
Los números hablan por sí solos. No importa qué tan bonita sea una publicación o qué tanto te guste el contenido: si los datos muestran que no le funciona a tu audiencia, simplemente no sirve. A veces nos concentramos tanto en que algo se vea atractivo, que olvidamos revisar esos “numeritos” que nos dicen si vamos en la dirección correcta. Para mí, los datos son los mejores amigos en estas situaciones.
Como menciona Greenbook.org en su publicación Best Practices for Social Media Research (publicación original en inglés), hacer un análisis constante y estratégico del comportamiento de tu audiencia es clave para saber qué le gusta a las personas. Los datos están ahí, solo hay que verlos… y usarlos.
Segmentación. Una palabra clave.
Segmentar es, para mí, una de las bases de cualquier estrategia en redes sociales. No todo el contenido es para todos. Aunque la mayoría de las plataformas no permiten hacer publicaciones orgánicas dirigidas por país, sí puedes crear contenido general que conecte con un grupo específico, aunque lo vea una audiencia más amplia. Y si decides invertir en pauta, entonces sí puedes delimitar quién ve qué, ya sea por zona geográfica, intereses o demografía. Esa es una de las grandes ventajas del marketing digital: mostrarle a cada quien lo que realmente le interesa.
El error silencioso:
Un error silencioso y frecuente es la falta de interacción. Cuando una marca solo publica sin responder, deja de parecer humana y se convierte en un simple aparador. Además, cada red social tiene su propia audiencia y estilo. No todo se vale en todos lados. Segmenta, analiza y adapta.
¿Y el contenido de valor?
Todos somos parte de una audiencia. Piensa: ¿qué sería para ti un contenido valioso? Recuerdo el caso de Coca-Cola cuando lanzó “New Coke”. Fue un fracaso. La audiencia pidió volver al sabor clásico, y eso fue un ejemplo perfecto de cómo el valor lo define el consumidor.
No hay una fórmula mágica. Todo se resume en conocer, escuchar y responder a tu audiencia. ¿Y si en otro blog hablamos de cómo “naturalizar” tu contenido en redes sociales?
Fuentes:



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